María Corina
Machado habló ayer. Sí, es una afirmación. Sí habló. ¿Cómo es posible, dirá
usted, si la sabotearon? Cierto, la sabotearon, pero María Corina Machado habló
porque dejó en claro un punto: que este gobierno es cínico. Que este gobierno
habla de paz y no hace nada por pacificar, que este gobierno no quiere
absolutamente nada con la paz, con la concordia y con el tan vilipendiando
diálogo. ¿Debemos de dejar de hablarles porque con este «gobierno asesino no
hay diálogo posible»? Pues no. Debemos seguir haciendo lo que María Corina
Machado hizo: ir a hablar en los espacios donde el gobierno esté con el fin de
desenmascarar sus mentiras. Señores, es una cuestión de estrategia política y
de cumplir con el deber ciudadano. Sí, en este estado de excepción y de caos se
debe seguir recordándole a la gente que somos ciudadanos y que tenemos como
deber la libertad de expresión, más todavía cuando se nos han cerrado, reducido
o ahorcado los medios donde podíamos o donde todavía menguadamente podemos hacerlo.
Una vez más, queridos amigos, una cosa es el diálogo falso que el gobierno
propone y otra es que los líderes opositores se nieguen a llevar su palabra
ante el gobierno, a los sitios donde la palabra debería estar. Si eso no se
intenta, pecamos nosotros, los que nos oponemos a este gobierno, de lo mismo.
Señores, de nuevo, me creerán iluso, pero insisto en que debe alzarse la voz de
los líderes opositores con sus propuestas y sus denuncias. Me dirá usted que el
presidente lo que debe hacer es renunciar. Pues aunque se quiera que renuncie,
los líderes opositores, repito, deben alzar su voz en los espacios ocupados,
robados, expropiados por el gobierno. Al gobierno le molesta que uno realmente
quiera, no dialogar, ya que molesta tanto esa palabra, pero sí discutir,
exponer, denunciar en los espacios que ellos nos han arrebatado. Debemos
asaltar esos espacios con nuestra voz y no como ellos, que han asaltado al país
con sus ansias de imponer su mediocre visión de mundo. Ya lo dije antes en otro
texto que posiblemente haya sido el hazmerreír de unos cuantos:
«Pero los políticos de oposición sí deben hacerse escuchar, cara a cara por
los mandamases. O por lo menos intentarlo, si los otros no lo hacen, si los
otros sólo se sientan para seguir mintiendo, pues quedarán aún más en
evidencia. ¿Esto no es también una forma de lucha, dejar en evidencia a los
cínicos?»
Se debe dejar en evidencia al gobierno en todos, absolutamente en todos los
espacios. En la calle, con las protestas, y frente a ellos, cara a cara. María
Corina Machado hizo lo correcto. Fue a la Asamblea y habló. Su mensaje quedó más
que claro: este gobierno cínico, como los niños más malcriados, se tapó los
oídos con los dedos índices y empezó a cantar en voz alta cualquier canción
estúpida para no escuchar la verdad. El día que al presidente le toque
renunciar, si acaso lo hace, o cuando esto se convierta en algo peor de lo que
es y el presidente tenga que salir huyendo del país, o cuando esto simplemente
se acabe y el presidente siga hundiendo al país, pues que no le quepa la menor duda
a nadie, ni dentro ni fuera del país, que los líderes opositores tuvieron
propuestas, denunciaron e exigieron de frente y en los espacios de los
mandamases. Que no le quede la menor duda a nadie que se intentó la paz y la
mejora el país, pero que el cinismo nunca pero nunca quiso escuchar. No
señores, no hablo del diálogo falso y cordial y simpaticón, hablo del deber que
tenemos todos, empezando por los líderes de oposición, de alzar su voz frente a
la soberbia con denuncias y proyectos de un país mejor. No es el diálogo de
ellos del que hablo, yo hablo de nuestra voz, esa que no
debe callar y dejar de ser inteligente, y de nuestras acciones de calle, que deben ser también
inteligentes, y no cualquier guarimba ahí.